Joaquín Méndez es un niño de diez años que vive en Esperanza y es el menor de cuatro hermanos, el mimado de la casa. Joa tiene síndrome de Down y eso no lo limitó a superarse, esforzarse y hacer lo que ama. Sus padres, Mariana y Gustavo siempre lo acompañan y lo alientan en sus actividades.

Hace cuatro años, descubrió su pasión, andar en bicicleta, primero con dos ruedas, después con una sola rueda hasta que, finalmente, salió pedaleando en su bici sin ruedas y sin ningún inconveniente. Su mamá lo llevó a una escuela que desarrolla esta actividad deportiva y su profe Joaquín Camissi lo incluyó con gusto al grupo.

Desde hace tiempo, el pequeño participa en los campeonatos regionales infantiles de XCO y su felicidad contagia a todos los que lo observan. En la carrera que se disputó en Ceres, el grupo Los Levanta Tierra de San Cristóbal decidió entregar un trofeo y nombrar como abanderado deportivo a Joaquín, quien también participó de la competición y orgulloso subió al podio.

En un mensaje a los integrantes del Campeonato Regional Infantil de XCO, Héctor Nieva, leyó un emotivo mensaje: “es el primer año que participamos en este campeonato y debemos reconocer que descubrimos un grupo humano excelente, dando lo mejor y transmitiendo valores fundamentales para los chicos como compromiso, compañerismo, sacrificio y amistad. Vimos gran esfuerzo de los participantes en la primera fecha en Ceres, sacrificio en el parque de San Guillermo y mucha garra en llovizna de Esperanza. Vimos a competidores alentar en forma genuina a compañeros de otra categoría. Vimos a familias enteras animando en cada rincón de cada competencia. Vimos un trabajo previo silencioso pero efectivo para presentar de la mejor manera cada uno de los circuitos. Conocimos referentes zonales y sus respectivas escuelitas de ciclismos como Franco Porta, Joaquín Camissi y Fernando Malletti, grandes personas con consejos paternales hacia sus dirigidos. Vimos un enorme grupo humano trabajando en conjunto por nuestros niños, fomentando el deporte, tomándolo con respeto, pero siempre dejando que se diviertan. Pero lo más destacable es que conocimos a un aguerrido ciclista, que no conoce de límites ni obstáculos para practicar este deporte, demostrándonos que con voluntad se pude lograr cualquier objetivo. Desde el grupo Los Levanta Tierra queremos nombrar abanderado deportivo a Joaquín Méndez de Esperanza”,  rezaba una parte del mensaje que terminó en aplausos de todos los presentes.

Ante este hermoso gesto, El Departamental quiso conocer un poco más sobre la historia de Joaquín y su papá Gustavo fue el encargado de contarla, con mucho amor y orgullo.

“Desde muy chiquito se hizo muy sociable, de ir a todos los ambientes y participar. Mucho mérito de Mariana su mamá que se encargaba siempre de buscar una actividad hasta que encontró lo de la bici, termina gustándole mucho, le encanta y es súper feliz. Le encanta ir a los encuentros, a los eventos y a las carreras en donde hay competidores infantiles de San Cristóbal, Santa Fe, Rafaela, San Guillermo y toda la región. Mientras maneja y pedalea mira el paisaje, pero lo toma con mucha responsabilidad”.

En esos encuentros, Joaquín se divierte mucho, la pasa muy bien y disfruta cuando la gente lo felicita o lo aplaude. No conoce lo que es el temor ni los límites, nada le impide lograr llegar a la meta. Su esfuerzo es mérito propio y es el orgullo de su familia que siempre lo acompaña.

Cuando se habla de inclusión social, se deben conocer estas historias de superación que inspiran y que son un ejemplo a seguir. Lo importante es que los niños son felices y los padres van a la par, entienden que ellos pueden conseguir lo que se propongan y los apoyan incondicionalmente.

“La bici es lo suyo, él siempre quiere subir al uno en el podio y estas menciones las entiende a medias pero le gusta. Son chicos muy sensibles que el amor como lo dan lo sienten, entonces, cuando del otro lado hay un amor sincero como el que manifestaron todos ahí lo siente y agradece”, relató Gustavo acerca de la experiencia en Ceres.

Joaquín participó este año en el Campeonato Argentino que se disputó en Santiago del Estero, en donde fue premiado como Campeón Argentino en su categoría. Además, participa en diferentes campeonatos que se realizan en distintos lugares. Por supuesto que guarda todas sus medallas, sus trofeos y sus fotos en su casa.

“Él es bueno, simple, es un niño especial sobre ruedas y se gana el afecto por lo que brinda. Lo ven especial y se gana muchas miradas, tanto ellos como la familia y para nosotros es todo normal. Su desarrollo físico lo lleva bien y ahí es donde papá y mamá tienen que estimular y trabajar mucho. Es importante que los papás se animen a llevar y acompañar a sus hijos a actividades deportivas o artísticas. Gracias y felicitaciones para el profe Joaquín Camissi que aceptó el desafío de tenerlo a él y a los otros profes que lo incluyen en el campeonato”.

Al finalizar la carrera, “Joaquincito” (como le dice su papá) levanta orgulloso su trofeo y muestra su merecida medalla. El pequeño sonríe, brinda amor sincero y contagia su alegría. Todos deberíamos ser un poquito más como “Joaquincito”…