La fiscal que encabezó la investigación es Favia Burella, a cargo de la sección de Violencia de Género, Familiar y Sexual de la Unidad Fiscal San Cristóbal.

La funcionaria del MPA informó que, “por los ilícitos cometidos en perjuicio de la menor a la que reconoció como hija, JLC fue condenado como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal a menor de 18 años reiterado y agravado por el vínculo”.

Por otra parte, la fiscal agregó que “por los ilícitos cometidos contra la integridad sexual de la otra menor, JLC fue condenado como autor de abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal a menor de 13 años reiterado en número indeterminado y agravado por la guarda. Todos los delitos fueron atribuidos en concurso real entre sí”.

En forma reiterada

Burella investigó delitos contra la integridad sexual cometidos en el marco de una familia ensamblada que el condenado integraba con su pareja, cuatro hijos que tuvieron en el marco de esa relación, y las hijas e hijo de la mujer.

“En relación a la menor a la que reconoció voluntariamente como hija, el condenado abusó de ella desde que era adolescente”, informó. “Desde su rol paterno, el condenado tenía naturalizada una relación abusiva respecto de las víctimas y siempre actuó con pleno conocimiento y voluntad sobre sus actos”, añadió la fiscal.

Acerca de lo ocurrido con la otra víctima, Burella relató que “el condenado la sometió sexualmente desde que estaba en edad escolar”. “El condenado incitó a la víctima a adoptar una conducta sexual prematura. Una vez consolidado su poder sobre la niña -mediante maltratos físicos y violencia verbal permanente-, radicalizó las agresiones sexuales, lo hizo de forma reiterada y aprovechando la situación de convivencia y custodia de la menor”, explicó Burella. 

Identidad

La fiscal Burella aclaró que “no se brinda el nombre completo del condenado, para preservar la identidad de las víctimas y evitar su revictimización”. En tal sentido, concluyó que “el condenado reconoció voluntariamente el vínculo filiatorio con una de las niñas abusadas, por lo tanto, tienen el mismo apellido”.