Vecinos de barrio San Martín preocupados por la inseguridad
Los vecinos del centro de la ciudad quedaron impactados por el asalto con violencia que ocurrió en un kiosco ubicado sobre calle Alvear al 400. Hay un debate que se está dando naturalmente entre los sancristobalenses de a pie. Estos hechos violentos vienen ocurriendo en forma frecuente en algunas zonas de los barrios de San Cristóbal, pero nos olvidamos rápido como si ocurriera en otra ciudad. Pero cuando ocurren en el centro despiertan otra atención.
Hace poco mostrábamos cómo vecinos destruían una casa ocupada por una bandita de jóvenes en el Barrio Bustamante, que habían torturado a un jubilado para robarle, y ese grave hecho pasó al olvido.
Es frecuente el manoteo de carteras o bolsos en la vía publica, pero sólo queda en la bronca de los familiares y vecinos de los afectados, hace un tiempo se enfrentaron grupos de vecinos en el barrio Tiro Federal en las casitas del barrio ubicadas frente al zanjón, hubo heridos y participó mucha gente. Pero de eso no se habla más.
Es insoportable lo que vive mucha gente por la cantidad de robos, garrafas, cables, artefactos varios que son vendidos en algún lugar de la ciudad y que alguien compra. Pero miramos para otro lado, todos lo naturalizamos. Ni hablar del robo de motos y bicicletas.
Ahora la gota que rebalsó el vaso fue este atraco con violencia que vivió una mujer que estaba atendiendo en su negocio.
Los más viejos, que vimos otra San Cristóbal de puertas abiertas, chicos jugando en la calle, donde había seguridad total, fuimos señalando que ese mundo había empezado a cambiar, que mucha gente se iba perdiendo en un abandono por parte del estado y de la sociedad en su conjunto.
Este retroceso comenzó con el cierre del Ferrocarril y el Frigorífico, y de otros emprendimientos, para comparar: en esa época había un 4 % de desocupación en la ciudad. Esta gente quedó abandonada a su suerte, los que estábamos un poquito mejor escondimos esto debajo de la alfombra y seguimos.
Por alguna razón algunos fueron para adelante y muchos más quedaron en el camino, estos espacios abandonados los fue ocupando el narco, como pasó en muchos lugares y países.
Primero fueron los barrios, pero ahora los afectados por el consumo y los que venden droga son hijos de la clase media de nuestra ciudad, muchos ya fueron detenidos. Pero la realidad es que sigue circulando la droga en nuestra ciudad. Y ahora tenemos una comunidad degradada, sin familia ni contención, con muchos problemas que no se arregla con un par de bolsones de comida o cazar a un consumidor menor para engordar la estadística. Ni tampoco se soluciona moliendo a palos a algún perejil o reactivando el servicio militar y otras cortinas de humo que se tiran para esconder la desigualdad que se agranda entre un 20 % de la población y un 80 por ciento donde estamos todos incluidos, aunque nos cueste asumirlo.
La inseguridad es un problema real y está en permanente crecimiento en San Cristóbal y no parece que vaya a mejorar con puestas en escena y fuegos de artificios.
No tiene que ver con poner más cámaras o más efectivos policiales, hace falta un conjunto de medidas que tienen que ver con un abordaje integral del problema. Hace falta elaborar un plan de trabajo entre distintos sectores como la Salud, la Seguridad, la Educación, la Cultura, el Desarrollo Social, la Justicia y la sociedad civil como las iglesias, instituciones sin fines de lucro, las vecinales etc.
Esto se dijo tantísimas veces, pero no se puso en marcha nunca y la a que tiene que poner manos a la obra es la política, que son los que están a la cabeza de las decisiones por arriba de todo.
No se puede ocultar que estamos en una emergencia de Seguridad en San Cristóbal, tenemos la sensación de que todo empeora y empieza a crecer el miedo entre todos nosotros.
Seguramente va a ser un tema de campaña en este 2025, pero lo peor que nos puede pasar es usarlo para bastardear el debate.
Hace falta un solo proyecto, con muchas ideas que sean aportados por todos los sectores. Uno solo, no uno de cada candidato o sector político. Lo primero es un llamamiento a trabajar todos juntos, sin peleas idiotas. Y ese es el principal problema a resolver, trabajar sinceramente entre todos.