125 años del Partido Socialista cruzado por el recuerdo de sus grandes líderes que ya no están

En la tarde del frío lunes, los socialistas de la ciudad de San Cristóbal se reunieron ante el busto de Juan B Justo para conmemorar el 125 aniversario de la fundación del partido en nuestro país.  

Política28 de junio de 2021Ivana LitvakIvana Litvak
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IMG_3441Los socialistas se reunieron a las 18hs. en el Parque Infantil Salvador López de San Cristóbal para homenajear a través de una ofrenda floral al fundador del partido: Juan B Justo. Juan Ignacio Capovilla y Alejandro Bassano son parte de la renovación constante de este partido que crece en la puerta del norte santafesino. Al término del acto homenaje Capovilla indicó que “es un día muy sentido para nosotros los socialistas, 125 años de la fundación del partido. Es importante no solo para los socialistas sino también para la vida política de nuestro país. Este fue un sencillo y sentido acto, una ofrenda floral de rosas a quien fuera el fundador del partido Juan B Justo y que tantas enseñanzas nos ha dejado”

IMG_3437Por su parte, Bassano recordó que “en esta pandemia hemos perdido compañeros y compañeras importantes, Hermes, Miguel y Elida, a nivel local también perdimos a Walter Lagger. Nos parece importante levantar las banderas de los compañeros y seguir construyendo ese socialismo entre todos”. IMG_3439Capovilla aseguró que “nosotros somos un partido que está en construcción, que se renueva y que siempre estamos trabajando, nuestro trabajo no es hacernos notar, nuestro trabajo es de hormiga y siempre desde abajo. Es importante porque además de contar con gente que hace muchos años milita, es la renovación que necesita la ciudad y nosotros somos un semillero que, con aciertos, errores pero que siempre apostamos a la renovación y también por las ideas del feminismo, que la mujer sea puesta en la política en el lugar que le corresponde y otras banderas más que nos han legado nuestros referentes que están y los que ya no están”. IMG_3431Con la mirada en las próximas elecciones Capovilla aseguró que “tenemos algunas opciones que creemos son importantes, cada uno cuenta con lo suyo, no tenemos definido lista. Los acontecimientos de los últimos tiempos nos han frenado un poco en cuanto a las reuniones, pero ya retomaremos el ritmo. Si tenemos una buena opción para San Cristóbal, distinta, porque lo que hoy vemos es más o menos lo mismo, entonces, si tenemos una opción distinta, la vamos a presentar para la ciudadanía”. IMG_3438Finalmente, Bassano, al ser consultado por los candidatos para la próxima contienda electoral admitió que “siempre tengo ganas de participar en el partido. Voy a estar en el lugar que me necesiten. No tenemos nada confirmado” concluyó diciendo el dirigente de la Juventud Socialista Provincial.

Un poco de historia

En la mañana invernal del domingo 28 de junio de 1896, poco antes de las nueve, más de medio centenar de delegados de diferentes agrupaciones y sociedades gremiales comenzaron a poblar el salón principal del edificio que el club Vorwärts tenía en la calle Rincón entre la avenida San Juan y la calle Comercio, en el barrio porteño de Monserrat, para dar comienzo al congreso constituyente del Partido Socialista argentino. En el escenario se habían montado “las banderas rojas de las agrupaciones de resistencia y de los centros políticos; en las paredes laterales, escudos con nombres de prohombres del socialismo”. Con un poco más de demora, en las galerías comenzaron a ubicarse también decenas de militantes y simpatizantes, entre ellos algunas pocas mujeres, alrededor del espacio donde se ubicaban los delegados, que eran varones en su totalidad. Luego de la designación de una comisión de poderes, que aprobó las formalidades del caso, y de la lectura de una serie de telegramas llegados de Tucumán, Dolores y Córdoba, los delegados constituyeron una mesa directiva, aprobaron los informes de la comisión revisora de cuentas y se dispusieron a escuchar las palabras de Juan B. Justo, quien subió al estrado para exponer el proyecto de estatutos del naciente partido.

Tal vez desapercibida para buena parte de la opinión pública y de la población porteña, la reunión que daba comienzo esa mañana estaba sin embargo destinada a tener una importancia significativa en la historia del movimiento obrero y de las izquierdas en Argentina. Al anochecer del día siguiente, luego de dos jornadas de intensa actividad, los delegados eligieron al comité ejecutivo y dieron por clausurado el congreso cantando el “Himno de los trabajadores” compuesto por el italiano Filippo Turati. La reunión coronaba los avances organizativos que habían tenido lugar en los dos años inmediatamente anteriores, pero también significaba un punto de llegada para las actividades de diversas agrupaciones que venían desarrollándose desde comienzos de la década de 1880. Su corolario era la fundación formal de la fuerza política más antigua de la izquierda argentina —una de las pioneras de la izquierda de toda América—, que jugaría un papel destacado en la escena política del país en diferentes momentos de su historia.

Si el surgimiento del peronismo erosionó profundamente su influencia en el seno del movimiento obrero, provocando además una serie de rupturas y crisis internas que traerían consecuencias duraderas, no debe perderse de vista que, durante muchas décadas, el socialismo argentino fue un factor de primera importancia en la vida política de la clase obrera y constituyó una referencia insoslayable para decenas de miles de trabajadores y trabajadoras del país. Bajo la dirección de Juan B. Justo, el partido conoció en las primeras décadas del siglo XX un importante desarrollo en el plano organizativo y un incremento de su influencia política. En el marco del debate y la competencia política con una serie de adversarios —el anarquismo y el sindicalismo revolucionario, primero; el comunismo, más tarde—, pero también a partir de fuertes discusiones internas que provocaron sucesivas rupturas, el PS consolidó una orientación que combinaba un claro énfasis en la necesidad de que los trabajadores se organizaran en un partido propio con un insistente llamado a concentrar la actividad del mismo en torno a la llamada “acción política”, que era entendida como sinónimo de participación electoral y obtención de reformas por la vía parlamentaria.

Si en los años previos a 1912 las características fraudulentas del sistema electoral pusieron en dificultades el éxito de esta política —aun cuando en esos años el PS logró ingresar a la Cámara de Diputados con la figura de Alfredo Palacios y obtuvo buenas performances electorales en la ciudad de Buenos Aires hacia fines de la década de 1900— sería luego de la sanción de la ley Sáenz Peña cuando el socialismo local tuvo importantes avances en el plano electoral, ingresando sus principales dirigentes a ambas cámaras del congreso. Dichos avances, por otro lado, en conjunto con el impacto de la Primera Guerra Mundial y la revolución rusa, profundizaron la orientación electoralista y gradualista de la dirección del partido, al costo de agudizar las tensiones internas que dieron lugar en 1917-1918 al surgimiento del PS Internacional (luego Partido Comunista) y más tarde a la crisis y ruptura con los llamados “terceristas”, cuya principal figura era Enrique Del Valle Iberlucea.

 

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