Juicio por el femicidio de Daniela Cejas: Fiscalía va por la perpetua y la defensa apunta a la absolución

Este martes fueron los alegatos por el crimen de Daniela Cejas oriunda de Villa Trinidad, en los tribunales de Santa Fe. El viernes se conocerá el veredicto del tribunal. Cejas fue asesinada en enero de 2020.

Actualidad 16/02/2023 Noelí Rojas Noelí Rojas
Daniela Cejas

Tras la jornada de alegatos de cierre en el juicio por el femicidio de Daniela Cejas, el destino del acusado Javier Sen se define entre la prisión perpetua o la absolución. La fiscal de Homicidios Ana Laura Gioria y los abogados querellantes Carolina Walker Torres y Matías Pautasso solicitaron que el imputado sea condenado a la pena máxima que establece el Código Penal. Mientras que la defensora publica, Gisela Alemandri, pidió que sea absuelto al sostener que no hay pruebas que lo vinculen al hecho.
 
La audiencia se realizó en la sala 1 de los tribunales santafesinos ante los jueces Nicolás Falkenberg, Pablo Ruiz Steiger y Leandro Lazzarini. El tribunal dará a conocer la sentencia el viernes en horario a definir por la Oficina de Gestión Judicial.

El femicidio de Daniela Cejas ocurrió en enero de 2020, en la sede de la ONG Generar, ubicada en 4 de Enero al 6600 de la ciudad de Santa Fe. La mujer fue golpeada y asfixiada entre las 21 del día 18 y las primeras horas del 19. El acusado, Javier Sen, mantenía una relación con Daniela y solían encontrarse los sábados en ese lugar.

"Una mujer luchadora y tenaz"
La fiscal Gioria sostuvo que "no hay dudas de que fue asesinada en el lugar donde fue encontrada", en la sede de Generar. Luego, la fiscal se encargó de demostrar por qué se descartó el móvil de un robo, y por qué se desvinculó al esposo de Daniela como posible autor. En cuanto al robo: "Las llaves del auto de Daniela estaban sobre la mesa y el auto estaba estacionado en la puerta con la billetera adentro. No faltaba nada de valor dentro de la sede, y solo había desorden donde yacía el cuerpo de Daniela" expresó.

En cuanto a la situación del esposo de Daniela, todo lo que él declaró fue corroborado en la investigación: el impacto de antena de las llamadas que le realizó a Daniela durante la noche ubican al hombre dentro de la vivienda; además, el recorrido que realizó el domingo por la mañana en moto buscando a la mujer fue detectado por las cámaras de la zona.

La Fiscalía destacó el testimonio aportado por el vecino de la sede que vio a Daniela y Javier ingresar juntos a la sede, el sábado 18 cerca de las 21: “Los tenía vistos, los recordaba y les prestaba atención”. Daniela llegó en auto, y Javier ya la estaba esperando allí en la puerta como tantas otras veces, especialmente los sábados. Entraron juntos y no salieron por lo menos durante dos horas y media: la autopsia ubica la hora de muerte de Daniela en la ventana temporal en el que la mujer y Javier Sen se encontraban dentro de la sede.

Gioria recordó además las lesiones constatadas en Sen a cinco días del crimen, que no se condecían con la explicación que le dio al médico policial: le dijo que se había quemado con una moto.

Luego, la fiscal recordó como Sen intentó desvincularse de la causa: el teléfono celular de Sen tenía eliminado el contacto de Daniela y había borrado los chats que fueron recuperados por los peritos. La última conversación entre ellos de la tarde del sábado 18 de enero, Daniela le pedía que le devuelva un dinero y él le dijo “después te lo llevo”.

Por último, la fiscal se refirió al vinculo entre Cejas y Javier Sen: Daniela le había referido a algunas amigas que Sen “era un pesado”, y que si bien la relación no era violenta, el homicidio fue perpetrado desde una perspectiva de género: él quería más que ella de la relación. "Daniela no incluyó a Sen en su futuro y eso generó la ira de Sen; la dejó tirada como un despojo, y al día siguiente intentó mostrarse compungido, enamorado, desolado", relató Gioria.

Finalmente, la fiscal se refirió a la actitud que asumió Sen tras el crimen: "Acudió en actitud desafiante al velorio, así lo recordó la familia de Daniela, y a las marchas para pedir justicia, en una muestra de cinismo y perversidad nunca vistas. Nnos privó a todos de una mujer luchadora y tenaz", concluyó Gioria.

"Perversión hecha persona"
La querella adhirió a lo esgrimido por la Fiscalía y comenzó sus alegatos recordando la declaración brindada por el esposo de Daniela. Matías Pautasso remarcó que lo manifestado por el esposo de Daniela fue corroborado por los investigadores. Luego, el abogado manifestó que el testimonio del vecino de la sede adquirió “fundamental relevancia”.

En este sentido, recordó que el testigo sostuvo que ese sábado estaba sentado en la vereda “como todo jubilado”: que vio a Sen en el umbral de la casa, con bermudas y chomba, esperando a Daniela, que llegó en el auto azul en el que siempre venía, que le llamó la atención que llevaba puesto un vestido ya que siempre iba de "vaqueros", y que ingresaron juntos a la sede. Pautasso remarcó que al testigo también le llamo la atención que cerca de las 23:30 todavía no habían salido, ya que generalmente estaban en el lugar poco más de una hora.

El abogado destacó luego el último horario de conexión del WhatsApp de Daniela, a las 22:13 hs, aportado por las capturas de pantalla acompañadas por una testigo: “es decir, claramente la muerte violenta de Daniela, ocurre en el rango horario ocurrido entre que ingresa a la sede de Generar con Sen, y al menos las 23.30 horas, ubicándose como única persona presente al mismo, corroborado este indubitablemente por el vecino”.

Las lesiones de Sen “fueron ocasionadas por maniobras defensivas llevadas a cabo por Daniela” y que coinciden las mismas con la mecánica y tiempo del feminicidio. Luego, el letrado insistió que Sen manipuló evidencias en su contra, “con el fin de desviar la investigación y procurar su impunidad”.

A continuación, Walker Torres se refirió a la calificación legal y a los agravantes del homicidio: el vínculo y el contexto de violencia de género. El vínculo entre ambos se encontró acreditado por las amigas y compañeros de los grupos de baile de ambos. Era una relación conocida por ellos que llevaba aproximadamente dos años.

En cuanto al agravante de violencia de género, Walker Torres sostuvo que: “en este caso en particular tiene características propias; la pérdida de Daniela Cejas deja un vacío tan enorme, en su ámbito familiar, en sus amistades, en el círculo social, laboral, y en su ámbito de militancia y lucha contra la violencia de género”.

La abogada remarcó lo que Daniela significó y significa en base a los testimonios de sus compañeras de trabajo en Generar y en Cilsa, quienes ubicaron a Daniela como una referente institucional: Daniela era vicepresidenta de Generar y coordinaba distintos programas sociales en Cilsa; además integraba un gabinete en la Escuela Cristo Obrero. “En su profesión de Asistente Social, su trabajo era fundamental en las tres instituciones; la tarea difícil y comprometida que realizaba era tremenda”, destacó Walker Torres.

“A esa mujer, gigante, nos arrebató Sen, y nos la arrebató de una manera brutal, dentro de la sede de la ONG en donde Daniela asistía a otras mujeres víctimas de violencia, demostrando simbólicamente que ni Daniela ni su lucha, ni la de la ONG importaba, que Daniela no tenía más derechos que los que él le permitía ejercer, que si él no la controlaba, no le manejaba la vida, esa vida no era digna de vivir”, manifestó la abogada, y agregó que a través del crimen, el femicida “denostó todo lo que Daniela era y significaba en al lucha”.

Walker Torres calificó a Sen como “la perversión hecha persona”, ya que “si matarla dentro de la ONG fuera poco, se atrevió a marchar por justicia. Se atrevió a desafiarnos organizando y convocando el reclamo de justicia, siguió violentando a su víctima hasta después de muerta, que se burló de su familia, de sus amigos, de sus compañeras, de la sociedad y de la justicia”, sostuvo.

En este sentido, Walker Torres agregó que Sen, “cuando tuvo que enfrentar a testigos fundamentales que lo señalan, a familiares en audiencia se descompuso, pero no se descompuso cuando actuó cínicamente en el velatorio de su víctima. La perversión hecha persona”, en relación al pedido del acusado para no presenciar la última jornada de testimonios.

La abogada recordó también los crímenes de María Florencia Gomez, en San Jorge y Alejandra Ironici, militante y activista pionera en Santa Fe por los derechos transfeministas, y expresó: “asesinar mujeres militantes, activistas en la lucha feminista y transfeminista, referentes institucionales de género como Daniela, Florencia y Alejandra, entre otras, claramente implica una reafirmación del odio de género y el desprecio del que son y somos víctimas a diario”.

Finalmente, Walker Torres recordó las palabras manifestadas en el alegato de apertura, cuando manifestó la necesidad de contextualizar el feminicidio de Daniela, como un crimen simbólicamente atroz y políticamente gravísimo, y agregó que “ataca además de a esta mujer en particular, a la lucha política colectiva contra los crímenes de odio y de género, pero nunca pensé que tras este juicio, sienta que no hay palabras para describir la pérdida de una mujer como Daniela Cejas”, concluyó Walker.

La abogada recordó las frases con las que las amigas y la familia de Daniela la recordaron y describieron a la mujer: “en este caso es imposible acercarnos siquiera a ese daño producido”, valoró Walker al referirse al pedido de pena de prisión perpetua, única posible para el delito endilgado. La condena a prisión perpetua “no es suficiente, no nos trae a Daniela de vuelta, pero es justa y necesaria, para demostrar de una vez por todas que este tipo de crímenes atroces que atentan contra las mujeres no son ni serán tolerados nunca mas por la justicia”, finalizó Walker Torres.

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