Moises Ville.: Jánuca

Jánuca, la festividad de las luces, una historia que nos enseña que la esperanza y la perseverancia, pueden triunfar, incluso en los momentos más oscuros. Hace más de dos mil años, un pequeño grupo de Macabeos luchó por las libertad y la dignidad de su pueblo.

Actualidad30 de diciembre de 2024El DepartamentalEl Departamental
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(Fuente Marta Zinger) Su triunfo no fue sólo militar, sino espiritual: encontrar una pequeña vasija de aceite bendecido y ver arder la llama durante ocho días, ese fue el milagro que fortaleció su fe y renovó su espíritu. La luz de Jánuca conmemora la supervivencia de la identidad judía ante la opresión. Encendimos la quinta vela en la explanada del Museo Histórico Comunal de Moisés Ville. La Januká, o candelabro, símbolo de resiliencia, nos enorgullece y nos ilumina; pero no podemos ignorar la oscuridad que enfrenta el pueblo elegido...Cada luz que se enciende significa un acto de fe. Cada vela es un símbolo, es la luz, que junto a cada oración y a cada voz, iluminan
el camino de regreso de nuestros hermanos a casa...Mientras haya luz en nuestros corazones, no habrá oscuridad que nos venza. En este diciembre tan peculiar, las luces de Jánuca se encienden al mismo tiempo que
millones de personas alrededor del mundo ornamentan Árboles de Navidad...Esta coincidencia trasciende las tradiciones religiosas y nos recuerda, que como humanidad, compartimos el anhelo de superar la
oscuridad y construir un futuro mejor...Las luces de la Menorá y del Árbol navideño, deben convertirse en manos tendidas a quienes piensan diferente y difundir los valores que nos unen como humanidad. Que nuestras acciones pueden unirse en un poderoso llamado contra el odio y la discriminación. Encendamos no sólo luces, sino también la empatía y el compromiso con la justicia.  Permitamos que estas fechas nos guíen, no sólo hacia un año mejor, sino hacia un mundo donde la diversidad sea celebrada y la intolerancia quede relegada al pasado...Los mensajes de ambas celebraciones son guiados por un único Dios, son de paz, de buena voluntad, de nuevos comienzos, de aprender a reinventarnos. Nos acompañó el Presidente Comunal, representantes de Instituciones educativas y
público en general. Se degustaron sufganiot, que son como buñuelos o donas, frituras, para  recordar simbólicamente al aceite sagrado. No faltaron los rezos y cánticos.

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