Con una reunión clave, Hugo Moyano comenzó a captar los votos que necesita para recuperar el control de la CGT

Comenzó la carrera para la nueva CGT. Todos estiman que el congreso de renovación de autoridades quedará para 2022, pero los movimientos para negociar la futura cúpula cegetista arrancaron esta mañana con una reunión entre Hugo Moyano y Sergio Sasia, el titular de la Unión Ferroviaria y líder de Sindicatos En Marcha para la Unidad Nacional (SEMUN), un sector de unos 40 gremios que podría darle al moyanismo los votos necesarios para controlar la central obrera que viene.

El encuentro se realizó en la sede de la Federación de Camioneros y también contó con la presencia de los hijos de Moyano, Pablo y Facundo, y el secretario general de la Asociación de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey. Fueron más de dos horas de charla, en la que hubo muchas coincidencias sobre distintos temas, como la composición de la nueva CGT, la situación del transporte y las postergadas elecciones en la poderosa Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT).

Aunque Moyano y Sasia no lo hablaron explícitamente, se trató de un primer contacto en el que la buena sintonía entre ambos podría derivar en el apoyo del Sindicato de Camioneros para que el jefe ferroviario asuma al frente de la CATT, mientras que éste podría devolver la gentileza brindándole el respaldo del SEMUN a Pablo Moyano para que pueda convertirse en único titular de la CGT.

El moyanismo es hoy un sector con muchos menos sindicatos adherentes que hace dos años y no posee la cantidad de congresales que necesitaría para imponerse o condicionar la nueva CGT. Sí los tendría el sector de “los Gordos” (de Héctor Daer, de Sanidad, y Armando Cavalieri, de Comercio) aliado con los independientes (Andrés Rodríguez, de UPCN; Gerardo Martínez, de la UOCRA, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias), que son los que actualmente manejan la central obrera.

La cúpula de la CGT también está haciendo movimientos con sabor electoral: la semana pasada brindó un fuerte apoyo al titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales (UATRE), José Voytenco, en su pelea con el diputado nacional Pablo Ansaloni, a quien expulsaron del gremio luego de efectuar dichos antisemitas y hace cinco días envió una patota a intentar ocupar la obra social.

El sindicato de los rurales aportará alrededor de 200 representantes al congreso cegetista (sobre un total de unos 2200), por lo que, en un contexto de paridad de fuerzas como se perfila, será decisivo cuando Voytenco defina a quién apoyará como futuro jefe de la CGT.

En el caso de la CATT, está liderada desde mayo de 2016 por Juan Carlos Schmid, titular del Sindicato de Dragado y Balizamiento, que pertenecía al moyanismo pero últimamente tomó distancia del jefe de Camioneros. Si Moyano efectivamente apoya a Sasia para encabezar la CATT comenzaría otra dura pelea interna: Schmid quiere seguir al frente de la entidad que agrupa a todos los sindicatos del transporte y sería apoyado por otras organizaciones gremiales del sector marítimo y dirigentes antimoyanistas como Roberto Fernández, de la UTA, y Omar Maturano, de La Fraternidad.

El mandato de Schmid venció en 2020, pero tiene el mandato prorrogado, como el de todos los sindicalistas, por una resolución del Ministerio de Trabajo que suspendió las elecciones gremiales por la pandemia, aunque Moyano y Sasia hablaron esta mañana sobre la posibilidad de elegir las autoridades de la CATT en agosto, en forma previa al congreso de la CGT. ¿Será una manera también de condicionar la próxima renovación de la central obrera?

En la reunión de la Federación de Camioneros resultaron sugestivas las presencias de Brey (conduce un sindicato clave del sector aeronáutico, el de los tripulantes de cabina) y de Facundo Moyano: el actual diputado nacional del Frente de Todos analiza su regreso al Sindicato de Peajes, al que renunció hace tres años, y fue el gestor del encuentro que mantuvieron su padre y Sasia.

Facundo Moyano no sólo se mantiene activo en el plano legislativo (como en otros años, fue nuevamente el autor de un proyecto de ley para modificar el Impuesto a las Ganancias en favor de los trabajadores) sino también en el mundo sindical: está alentando la conformación de listas opositoras en sindicatos antimoyanistas como Comercio y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA), de Héctor Ponce.