Techo para la inflación + suma fija: en 2022 con paritarias libres no alcanzó

2022 cerró con un puñado de paritarias ganándole a la inflación por 3 a 6 puntos y algunos acuerdos recién lo lograron en enero 2023. La mayoría sólo pudo empatar o cerrar por debajo.

Actualidad 28/01/2023 El Departamental El Departamental
Techo para la inflación

Siempre conviene ajustar los análisis a las promesas antes que al desempeño real de los gobiernos, sobre todo los que se proponen cambiar el modelo de acumulación y distribución de riquezas a favor de los y las trabajadoras. Y lo cierto es que Alberto Fernández nunca prometió un salariazo, sino “recomponer el salario de los asalariados”, es decir recuperar lo perdido durante el macrismo, que el mismo presidente cuantificaba tempranamente en 15 puntos, que luego fueron 20,3 y que pueden medirse con otro parámetro caro a los años felices del kirchnerismo (el más alto salario en dólares de América Latina): de 2016 a 2019 los salarios registrados perdieron el 55% de su valor en dólares.

Ya lo analizamos en la nota en la que repasamos los tres años de gestión del Frente de Todos: esos 20 puntos nunca pudieron recuperarse y, además, con un gobierno que quiere, no puede y descarta herramientas “kirchneristas”, se perdieron entre 3 y 3,7%, lo que representa una caída acumulada del 22,6%.

 Justo es decir que a poco de asumir Alberto Fernández se aplicó como alumno de Néstor Kirchner y otorgó un aumento general por suma fija que produjo una recuperación de 1 punto de los salarios. Hoy la suma fija se descarta porque “complica las escalas de convenio” y por “distorsiva”, pero distorsiva de un esquema de ingresos y paritarias que –más allá de la novedad de los 2 millones de trabajadores registrados y pobres, 3 de cada 10– consagra una división entre trabajadores funcional al neoliberalismo, una brecha que hace años nadie discute si se puede reducir con regulaciones estatales: la que separa a aristócratas y plebeyos, o traducido: a los aceiteros, petroleros o bancarios, de los gastronómicos, docentes (públicos y privados) y empleados de comercio.

 En síntesis, recuperar el poder adquisitivo perdido durante la variante local de la pandemia neoliberal no fue posible, nadie prometió un shock redistributivo y la pelea actual es porque los salarios le ganen a la inflación tomando como punto cero el primer mes de gestión del Frente de Todos. ¿Por qué no se pudo? Porque las paritarias no alcanzan y son sistemáticamente pulverizadas por una inflación que se desacelera por tramos cortos (los picos inflacionarios de junio y julio 2022 nunca pudieron ser recuperados) y promedia el 5,7 mensual, que también promete ser la cifra de referencia para enero (la primera quincena ya registra más de la mitad de esa cifra). Pero, como aseguran varias consultoras y afirmamos en el comienzo: algunos sindicatos sí pudieron.

Te amo, te odio, dame más “Amor” entre quienes detentan los medios de producción y quienes venden su fuerza de trabajo es mucho decir (excepto para algún guion de telenovelas), “odio” también parece demasiado, lo que hay son posiciones socioeconómicas e intereses divergentes (de clase suena tan marxista que hasta el nacionalpopulismo propondría otra categoría), pero “dame más” ha sido el pedido de los sindicatos en el segundo semestre del año pasado, para recomponer ingresos contra una inflación que apuntaba a los tres dígitos. Y todo junto es el verso más conocido de "Peperina", un temazo de Serú Girán y el título del último libro de Daniel Grinbank, el productor al que Charly García acusaba de abuso económico, al igual que ahora los sindicatos contra una patronal que incrementó un 7% su porción en el reparto de riquezas, contra una pérdida de casi 9 por parte de los trabajadores.

 Según un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), de 10 paritarias monitoreadas, 9 le ganaron a la inflación 2022 contabilizando los últimos cuatro meses del año. Al mes de agosto, sólo 3 de esos 10 convenios lo lograban y fue fundamental la decisión política del gobierno de promover y homologar acuerdos en alza para perseguir la escalada inflacionaria. En términos reales, es decir descontados los efectos de la inflación, los que superaron el 94,8% anual que midió el Indec en todo 2022 fueron Hoteleros y Gastronómicos (+15,9%), Transporte corta y media distancia (+10,9%), Comercio (+6,1%), Construcción (+2,6%), Sanidad (+1,6%) y Docentes (+1,2%). La gran mayoría de los que ganaron son convenios con salarios de base bajos y condiciones laborales marcadas por la precarización, como gastronomía, comercio y construcción, es decir que –de momento– con paritarias sin techo tampoco perciben mejoras sensibles capaces de reconciliarlos con algunas de las opciones electorales oficialistas.

Los convenios que más perdieron, según CESO, fueron Camioneros (altos sueldos pero con una caída real del 6,5% y un plantel repleto de monotributistas), Alimentación (-4,8%), Bancarios (-3,2% para cerrar en 94%, casi un empate) y Metalúrgicos (-1,7%, pero que acaban de cerrar una paritaria del 110% considerando el período abril 2022-marzo 2023). Bien por Abel Furlán, pero sin suma fija siguen corriendo de atrás, al igual que el SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) con un 127% a cerrase en 2023 y bono en dos cuotas, los Trabajadores de Carga y Descarga (Mercado Libre) con 116% y el Sindicato del Vidrio con 112,4%.

 Con una pauta inflacionaria aspiracional fijada en el 60% y con la misma política de acompañar la inflación “intentando bajar la nominalidad de las demandas”, los gremios ya calculan un aumento de precios promedio mensual del 6% (por encima del 70% anual) para un año clave y para negociar aumentos por tramos trimestrales o semestrales, según el éxito (que casi todos los gremios desean, sigue vacía la mesa gremial “Larreta Presidente”) del plan económico anti inflacionario de Sergio Massa.

 Sin decisiones que incrementen de un golpe el piso salarial registrado ni el salario mínimo vital y móvil que impacta en los trabajadores informales, de modo significativo y nominal, la expectativas son ampliar la cantidad de convenios que empaten o ganen por pocos puntos a la inflación y cumplir con la promesa recalibrada: recuperar el poder adquisitivo perdido desde 2020 y sumar algunos puntos de las dos docenas perdidas durante el primer tiempo de Juntos por el Cambio, para los cuales –según Macri, Triaca y todes– los salarios siguen siendo un costo más de producción.

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