Sergio Massa, el más votado, define las elecciones 2023 contra Javier Milei

La noche del 13 de agosto, cuando se conocieron las cifras de las elecciones primarias, ni el más optimista de los peronistas podía imaginar que Sergio Massa revertiría los resultados. Diez semanas después, el ministro de Economía y candidato del oficialismo quedó bien posicionado de cara a la segunda vuelta. Sin embargo, no está dicha la última palabra.

La victoria de Massa en primera vuelta se explica a partir de varios factores. En primer lugar, el estancamiento del libertario Javier Milei y el desplome de Juntos por el Cambio. A partir de las medidas económicas lanzadas después de las PASO, Massa pudo poner en marcha una campaña potente y nunca dejó de ocupar el centro de la escena política.

Ni Javier Milei ni Patricia Bullrich –la ganadora de la interna de Juntos por el Cambio– supieron poner en escena un proyecto convincente de futuro. Se vio en las urnas: el libertario apenas sumó 500 mil nuevos votos respecto de las primarias y la líder del PRO ni siquiera pudo contener todos los sufragios que en agosto habían ido a su rival Horario Rodríguez Larreta. En contraste, Massa casi duplicó el caudal logrado en las primarias y llega al balotaje de noviembre como el candidato más votado.

Como ocurre en cada elección, habrá decenas de análisis sobre los resultados, las estrategias de campaña y el comportamiento del electorado.

Massa remontó una elección que parecía imposible, pero quedó lejos de los números que podrían asegurarle una victoria en el balotaje. Milei, como líder de un partido nuevo y casi sin estructura territorial, consolidó un caudal de votos que no baja del 30% y su irrupción en la política nacional está lejos de ser un fenómeno pasajero. Con Bullrich como candidata, Juntos por el Cambio quedó como tercera fuerza y sus votantes serán los árbitros de la segunda vuelta.

El camino de aquí al balotaje –apenas 28 días– funcionará como un laboratorio de experimentos políticos. En esta la Argentina de 2023, la única certeza es la incertidumbre.

Las razones de la remontada de Massa

Después de quedar tercero en las elecciones primarias, Sergio Massa lanzó un paquete de medidas económicas dirigidas a diluir –o al menos minimizar– los efectos negativos de la devaluación del 22% dictada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los bonos para trabajadores y jubilados, la devolución del IVA para productos de la canasta básica, los créditos blandos, la eliminación del impuesto a las Ganancias para los asalariados y una política más o menos férrea de control de los precios estratégicos, como los combustibles, fueron leídos desde distintos espacios de la oposición en forma peyorativa. Pero el “plan platita” tuvo su correlato en las urnas. Punto para Massa. 

Las medidas económicas estuvieron acompañadas por una campaña potente y certera. El equipo de Massa supo transmitirle a una buena parte del electorado el riesgo que implicaba un hipotético triunfo de Milei. El propio Massa lo puso sobre relieve en los debates televisivos, cuando calificó a La Libertad Avanza como un “salto al vacío”.

Bullrich intentó dar pelea poniendo el foco en los casos de corrupción del kirchnerismo y Milei se quedó varado en su discurso contra “la casta”, que fue perdiendo eficacia a medida que avanzaba la campaña. Las promesas de dinamitar el Estado y pasarle motosierra al gasto público no lo ayudaron a sumar lo suficiente como para imponerse en primera vuelta. En contraste, el despliegue de políticas de fomento al consumo por parte de Massa y un intenso trabajo territorial le permitieron al candidato oficialista quedar en la línea de partida de cara a la segunda vuelta.

Vendrán de aquí en adelante cuatro semanas de debates, recorridas, negociaciones, acuerdos y rupturas. El escenario se reconfigurará de cara al 19 de noviembre y ya no importa tanto qué dirán los líderes de los espacios que quedaron afuera del balotaje: lo que importa, lo que hay que observar, es el comportamiento de sus votantes, que definirán quién será el próximo presidente de la Argentina.

Los interrogantes tras la primera vuelta presidencial

¿Qué medidas económicas tomará el gobierno nacional a partir del 23 de octubre? Durante la campaña, desde el entorno de Massa dejaron saber que el FMI había pedido una devaluación mucho más amplia después de las primarias. ¿Qué pasará si eso se concreta antes del balotaje?

Los acuerdos de congelamiento de precios vencieron la misma noche de la primera vuelta. ¿Cómo impactarían los eventuales nuevos aumentos en los bolsillos, en el humor social y en los votantes de los partidos que quedaron afuera de la segunda vuelta? 

Y el mayor de los interrogantes: ¿cómo reaccionarán los mercados ante el nuevo escenario político? Casi nadie esperaba un triunfo de Milei en primera vuelta, pero mucho menos se esperaba que Massa fuese el candidato más votado con una inflación del 140% anual y un índice de pobreza por encima del 40%.

Una nueva devaluación, con su impacto directo en la capacidad de consumo de la mayor parte de la ciudadanía, sería un tiro en el pie para el peronismo en su pelea por retener el gobierno. Pero, ¿cuánto margen tiene Massa –en tanto ministro– para frenar las medidas que pide el mercado?

La economía marcó el pulso de las elecciones. El 19 de noviembre dos modelos disputarán en las urnas el futuro inmediato del país.

Fuente Aire de Santa Fe