El Centro de Día también sigue on line con sus actividades

Por precaución, el Centro de Día que funciona en San Cristóbal fue uno de los primeros establecimientos que desobligó a sus pacientes/alumnos a asistir a las jornadas de trabajo/taller y aprendizaje por el tema del COVID 19.

Marcela Martinez esta a cargo de Dardo Martínez  que tiene 45 años, asiste desde hace 9 años al Centro de Día para Discapacitados Severos y Profundos. Viven juntos en la localidad de Ambrosetti . La vida les ha cambiado desde que la cuarentena se instaló. Un nuevo desafío es para los dos cumplir con las tareas y requerimientos que llegan a través de whatsapp.
“Tiene ceguera congénita, nació sin los ojos debido a una complicación en el embarazo de mi mamá. Tiene algunos problemas mentales, le cuesta comprender, con el habla se hace entender” comentó Marcela Martínez.

Marcela reparte su día entre su trabajo en la Comuna de Ambrosetti y la atención a su hermano Dardo. Ambos se levantan temprano, Dardo para asistir al Centro de Día y ella para ir a su trabajo. La rutina se ha cortado hace más de 35 días después del Decreto de Necesidad y Urgencia que estableció el Aislamiento Preventivo y Obligatorio.
“Él extraña un montón ir al Centro de Día, es su rutina, vivimos en una localidad muy pequeña. Se levanta todos los días a las 7, toma su medicación y 7.30 salimos. Llega 8.30 a San Cristóbal, por la tarde lo busco yo a las 16. Cuando le digo que le llegó tarea del Centro de Día se pone contento, nos manejamos todo vía whatsapp y nosotros enviamos fotos y videos de las tareas que vamos realizando” detalló Marcela Martínez