El imborrable 2022 de Unión de San Guillermo

Unión de San Guillermo transitó un largo camino para llegar hasta este glorioso e inolvidable 2022. Dicen que la espera es el tiempo que pasa para que algo suceda y parece que, en Unión, valió la pena. Normalmente a la gente no le gusta esperar, se necesita mucha paciencia. Paciencia para aguantar, soportar las no tan buenas y atravesar la “sequía”, que puede ser de títulos o directamente de pequeñas satisfacciones que en sumatoria se acumulan para generar algo grande. Solo la impronta de los que saben que siempre hay oportunidades para disfrutar de la lluvia de la felicidad y del deber cumplido, insisten, tratan de no caerse, intentan, hasta que al final, se da.

Deportes 09/12/2022 Por Ramiro Muñoz Por Ramiro Muñoz
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Los dirigidos por Marcelo Mengoni coronaron una temporada sensacional, a puro grito y unas cuantas particularidades en su andar ganador. Conducido por una leyenda del basquetbol doméstico, el elenco sanguillermino amalgamó un grupo de jugadores que le otorgaron afinidad/variedad de opciones tácticas, cohesión de grupo y la mentalidad clara que en esto la mayoría de las ganancias se empiezan a generar desde la defensa. Y fueron muchas veces en que Unión desde ese aspecto edificó sus logros.

Desde que llegó, Mengoni atravesó todos los estados al frente de esta empresa. Quizá hacia atrás fueron más los sinsabores que las alegrías, proceso fundamental para que el disfrute, ahora, tenga ese plus más de dulzura.

A la apuesta en su momento de Bruno Mengoni y Andrés Miguel (hallazgo positivo para la zona) y al componente local que principalmente encabezó Joaquín Gerchen, dieron su mano los también morterenses Mauricio Aodassio y Agustín Roldan; no fue menos la incorporación de un gran tirador como Sebastián Abba y el fuerte interno Fernando Santillan (ambos de San Cristóbal) y la acertada sumatoria de un verdadero talento en la conducción como Juan José Giaveno. «Juanjo» aprovechó la oportunidad de un nuevo comienzo luego de un corte abrupto de la etapa anterior y demostró ser ese jugador joven, pero de experiencia en torneos nacionales que fue clave en momentos definitorios y uno de los puntales para la presente temporada. 
Y cuando hablamos de particularidades nos referimos al trajín de dos torneos bien distintos, pero con el mismo final. El Apertura que arrancó con un par de traspiés, aunque cuando empezó a ganar, fue imparable. Y de su mano, la gente que acompañó tan contundentemente desde afuera como lo fue Unión en el rectángulo de juego. Jugó 20 partidos, perdió esos dos primeros y luego ganó 18 en forma consecutiva.
La final de Apertura no podía ser mejor ocasión para dejar atrás tantos años de ausencias; enfrente el clásico rival, la revancha de aquella final del 2000 y una concurrencia inolvidable en dos partidos. Éxtasis, justicia desde el juego y consagración tras largos 24 años.
Pero el Clausura también contó con sus dosis de épica, mucho más cinematográfico. Por su realidad, un mentiroso último lugar en la fase de clasificación y de allí en más, seguidilla y acumulación tremenda de partidos entre Liga Cordobesa y Asociativo, series a tres juegos, esfuerzo, una semifinal eliminando nuevamente a su contrincante más antagónico y otra vez la loca algarabía de festejar un título.

“Es posible que el secreto de la vida esté en gestionar las esperas. Quizá, en realidad, no haya más que hacer. Vivimos expectantes a las cosas nuevas, mirando hacia el futuro, porque la vida, al final, es una maldita espera.”
Enhorabuena Unión, por este imborrable 2022.

Fuente Zonade3.com

 

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